2010

Salón de la Fama del Deporte Riopedrense

Pedro Valentín (Pepo)
Tennis

Dar lo mejor de uno como atleta es requisito indispensable en cualquier deporte para consagrarse como campeón. Pero, ¿qué hay de aquellos cuya dedicación va todavía mas allá de ellos mismos y cuya meta es llevar a otros a niveles que quizás jamás imaginaron? Esos son los verdaderos campeones y su modo de vida que define a este valioso y destacado tenista puertorriqueño de las Grandes Ligas.

Nacido del matrimonio del Lcdo. José Manuel Valentín Esteves y Doña María Josefina Vázquez, Pepo, como cariñosamente le llamamos, se crió en la Urb. Baldrich en Hato Rey, donde por fortuna construyeron canchas para un deporte que no era conocido cerca de su residencia. Gracias al apoyo de su padre adoptivo, Luis Piriero, y su maestro Juan Ríos, logró el titulo de Campeón Nacional de Puerto Rico en todas las categorias juveniles de los 10 a los 18 años.

Durante sus años en el circuito profesional internacional, obtuvo victorias sobre jugadores que ocuparon los primeros diez lugares en el mundo, entre ellos Harold Solomon (Equipo Nacional de Estados Unidos); Peter McNamara (Equipo Nacional de Australia) e Iyo Pimentel (Equipo Nacional de Venezuela).

También obtuvo victorias sobre jugadores en las primeras cien posiciones del mundo, como Terry Ryan, Alfonso Ochoa, Fred McNair, Kiyo Tanabe, Wayne Mason, Steve Myers, Francis González, Orlando Agudelo y David Pratt además de campeones juveniles en Estados Unidos como Tico Carero y Stanley Passarell.

Pepo Valentín ha vivido la vida desde la línea de servicio, en todo el sentido de la palabra. Desde 1970 labora en el prestigioso Torrimar Tennis Club de Guaynabo, desde donde sus alumnos han triunfado en 15 ocasiones en el Torneo Nacional de Puerto Rico y 17 han sido miembros del Equipo Nacional representando a Puerto Rico en la Copa Davis y la Copa Federación.

Maestro incansable y con claras metas de superación y excelencia, ha impulsado a mas de 100 de sus estudiantes a la codiciada posición No.1 en las categorias juveniles de nuestro país y sobre 60 jugadores con becas en universidades de Estados Unidos.

Cuando el ingrediente humano de servir con grandeza al mejoramiento del deporte está presente, el cariño y la admiración de los seguidores no se hacen esperar. Eso es exactamente lo que ha sembrado y cosecha a diario nuestro campeón de campeones, en su afán por tensar las cuerdas de sus estudiantes a un nivel de calidad que les permita llegar hasta donde ellos quieran, convertidos a su vez en campeones de la vida.